UN INCISO.

Perdonad por este inciso, pero es que la rabia e impotencia que me aborda, hace que tenga que comentarlo. Hoy después de este terremoto de 6,1 en la escala de Richter, que algun@s han notado y otros ni flores, ha llegado un sismo aún mayor: ocurría a las 20 horas y es la rebaja de condena por parte del Tribunal Supremo al etarra asesino Jose Ignacio de Juana Chaos de 12 años a 3. De los cuales la mitad ya ha cumplido mientras se ha resuelto el caso.
Ante todo, mi más sincera solidaridad a las 25 familias de las victimas asesinadas, y desearles fuerzas para afrontar este duro trago, que de seguro se acerca al que pasaron con la pérdida de sus seres queridos.
El respeto a la decisión judicial es un deber acatado por parte de todos los que nos consideramos demócratas. Es obvio que yo lo respeto, pero siento una enorme frustración por esta justicia , o mejor dicho por esas leyes que rebajan la pena a un terrorista asesino de 25 personas que ha faltado con amenazas. ¿Se pueden, acaso, comparar unas amenazas de este individuo por unas amenazas de un delincuente común? Efectivamente en un delincuente común puede ser factible, y no entiendo de leyes pero sí de dignidad, pero que a este personaje inhumano le comparen con el anterior, es para caerse al suelo y no levantarse.
Por ello hoy es un día para no olvidar, 12 de febrero de 2007, pues ETA ha ganado algo más que un activista, que probablemente volverá a comer por sus propios medios en breve, de seguro; hoy se han unido justicia con política, desvirtuando el independentismo reglado del poder judicial. Hoy, ojalá hubiese habido un terremoto cerebral en las mentes de esos (algunos) jueces para haber ratificado la sentencia de la Audiencia Nacional. Pero no ha ocurrido. Se le ha rebajado. En unos meses saldrá a la calle y habrá ganado. Nosotros y las 25 familias ya hemos perdido.
Perdonad por el inciso, pero mi humilde mente que hoy iba a escribir sobre Córdoba, ha sufrido un shock tal, que debía desahogarme. Espero que me entendáis, nosotros también sufrimos un atentado de estos asesinos (20 mayo 1996, fallece en Córdoba el Sargento del Ejército Miguel Angel Ayllón Diaz-González). Por él, por los 25, por los cerca de 1000 asesinados.