viernes, 6 de abril de 2007

LA SEMANA MÁS ATÍPICA DEL AÑO, SEMANA SANTA

Todo un año, doce meses, 365 días aproximadamente, para que en una semana, eche por tierra muchas horas de trabajo y dedicación este maldito y atípico tiempo que llevamos padeciendo.
Se nos prometía unos augurios muy alentadores, pues miércoles de ceniza que no llueve, semana santa que tampoco. Plaff¡¡¡ el refrán o dicho, a la papelera. El Domingo de Ramos tan sólo la Borriquita en esa mañana húmeda y fría, consiguió realizar su estación de penitencia. Fue un aviso desde el cielo, observar cómo comenzaba a llover apenas 100 metros de recogerse Ntra. Señora de la Palma, cotitular de esta hermandad. Luego el desafío y valentía, quizás desmesurada del Cristo del Amor, desde el Cerro, y el Cristo de las Penas. Tuvieron que dar media vuelta y regresar a sus respectivos templos. Y es que el tiempo no daba tregua. LLovía y dejaba, caía un tormentón y clareaba. Horroroso.
Lunes Santo: 90% de agua. Otro día sin procesiones. Amanece lluvioso, frío y con nubarrones. Había algo de esperanzas, a eso de las 15 horas mejoraría el tiempo para toda la tarde. Así ocurrió, y tan sólo el Cristo de las Ánimas se quedó en su templo. La Merced, La Vera-Cruz, Mi Redención, La Sentencia y el Vía Crucis, realizaron sus estaciones de penitencia, contradiciendo todo pronóstico meteorológico.
Martes Santo, se nos prometía mejoría. Na de ná. Agua que cae de esas que se dice "en abril aguas mil". La Sangre y El Prendimiento, tienen que volver a sus templos debido a una tormenta que a lo largo de la noche lloró algo en algún momento. Las demás hermandades, prefirieron realizar su estación en su casa.
Miércoles Santo, tras apariencias y presagios de antaño, Pasión y el Perdón, se quedan en su casa. Y es que llovía y dejaba. Pero nada seguro. Al menos La Paz, el Calvario y Misericordia, nos hicieron rebrotar la ilusión de poder disfrutar lo que nos quedaba de semana santa.
Jueves Santo: El peor día. Amanece el cielo gris y llovizna toda la mañanta y principio de tarde. Hasta el año que viene: El Caído, Cristo de Gracia (esparraguero), El Nazareno, La Cena, Las Angustias y la pena del Cristo de la Caridad, que conforme salió y se dio una vuelta por su barrio regresó al templo. Mala suerte legionarios. Por cierto, el Cristo se llama de la CARIDAD, y no "el de los legionarios". Verguenza me da. La micro madrugá, se cerró rápido. Suspendiéndose la salida de la Buena Muerte y La Reina de los Mártires. Pena había, pero mucha más se sentía. No hay semanas para llover, no.
Hoy, Viernes Santo, 16:00 horas, cuando están a punto de procesionar las cofradías, el sol reta a las nubes a que desaparezcan. De momento lo está consiguiendo y espero que lo consiga. Seremos prudentes y confiaremos en la Señora de Córdoba, para que con su suspiro de Dolor, ahuyente esas nubes miedosas y sin carácter propio. Así sea, Amén.

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